Enamorada del Viento

Desperté al escuchar el susurro de tu voz en mi oido.
Hacía rato que una parte de mi sentía tus suaves sacudidas, pero la pesades de aquel sueño tan profundo no me dejaba abrir los ojos.

Sentía un sonido vago a mi alrededor... algo dentro de mi hacía el esfurzo por reaccionar sin conseguirlo. Tú voz empezó a volverse mas clara, hasta que en un instante me hizo reaccionar sobresaltada.

-NO ME DEJES IR!!- te grite en ese momento - escuchame por favor en este minuto- te dije mientras me aferraba a ti con todas mis fuerzas.

Tu atención estaba puesta en mi y sentia tu reconfortante presencia a mi lado.

-Escuchame por favor!! - te dije desesperadamente. - Escuchame ahora que he despertado por que no se cuanto dure, atiende mi voz en este segundo de lucidez que tengo por que no se si mañana vuelva a este estado de hibernación y entonces olvide cada una de las palabras que te dire ahora, pero por favor, no olvides lo que tengo que decir ahora que estoy despierta.

Te ruego que no me dejes ir. Quiero estar a tu lado cada día de mi vida.
Algo me pasa de pronto y cambia mi panorama, un sueño intenso se apodera de mi y por mas que trato de permanecer despierta no lo consigo. Tengo miedo de dormir de nuevo y que en ese sonambulismo haga cosas que jamas haría estando despierta. Tengo miedo de mi misma cuando duermo. No me dejes dormir de nuevo por favor!!

Pero... si mañana me miras y de nuevo estoy ausente, perdida en ese mundo de sueños y me tapo los oidos con la almohada para no escucharte, por favor no me prestes atención, solo atiende lo que te digo ahora... no me dejes ir.


Solo era una esclava cuando te conocí. Atadas mis manos con aquellas cadenas enmohecidas. Atados mis pies con aquellos cepos oxidados y dolorosos.
Solo era una esclava vestida con sucios harapos y de pronto te vi.
Te había vislumbrado antes, pero nunca sentí interes en elevar mi mirada. Estaba tan acostumbrada a tener la vista clavada en la tierra...
Pero de pronto sentí algo extraño. Sentí algo que quemaba mi corazón de una forma inexplicable.
No me pude resistir y eleve mi vista y en ese instante el mundo empezo a girar. ¡Tu me estabas viendo!
Había en tus ojos tanta ternura que no pude resistir. Caí de rodillas frente a ti mientras las lagrimas inhundaban mis ojos.

Me sonreiste y todo se volvió brillante. Eres tan bello que me derretí con esa sonrisa.
Te volviste al que me tenia prisionera y le preguntaste mi precio. Lo pagaste con creces y me tomaste de la mano. Ahora te pertenecía a ti.

Camine a tu lado en silencio, mi corazón se aceleraba al maximo. No sabía que pasaría pero ya nada importaba.
Estar a tu lado era reconfortante. Me llevaste a un lugar y te paraste frente a mi, contemplandome detenidamente. Me sentí avergonzada de que me vieras, por que estaba tan sucia... tan fea.
Entonces rompiste mis cadenas y las arrojaste muy lejos. Quitaste de mi cuerpo cada eslabon, cada atadura.

Luego quitaste mis harapos y limpiaste cuidadosamente todo mi ser. Yo seguia inmovil. Dejandote hacer todo eso.
Trajiste un vestido nuevo tan limpio, tan bonito... y me lo pusiste. Tomaste mi mano con una de las tuyas y con la otra levantaste mi cara suavemente. Mi mirada se posó en tus ojos y en ellos vi mi imagen reflejada.

No podía reconocerme. No era la sucia esclava que compraste. Tu me mirabas y yo me veia en tus ojos como la bella que tu estabas contemplando.

Entonces con tu linda sonrisa me dijiste:
- ERES LIBRE!!
Y soltaste mis manos para que pudiera irme.

Desde entonces he caminado un poco y me he detenido volviendo de nuevo sobre mis pasos a tu lado.
Tomo tu mano un momento, y me pierdo en el manantial de tu mirada. Luego algo atrae mi atención y mi mirada se desvia hacia ese punto, dejo de verte y lentamente, dedo por dedo, mi mano suelta la tuya y me voy de nuevo...

A veces cuando estoy muy lejos, has caminado hasta donde estoy, para verme. Muchas de esas veces te he ignorado. Hay algo mas captando mi atención y no puedo desviar mi mirada de "eso".

Luego te extraño y regreso de nuevo, cansada confundida, medio extraviada. Depende de que tan largo fue el trecho que me alejé de ti.
Regreso pensando que te diré esta vez. Pensando si esta vez estaras aun alli, o si ya te cansaste de mi... y eso me pone triste y me asusta.
Si un día decides marcharte para siempre, no tengo idea de lo que sería mi vida.

Pero llego y... sigues allí. Me acerco a ti cabizbaja, y lentamente elevo a ti mi mirada... y te veo con los brazos extendidos y tu maravillosa sonrisa. Y corro a ti y me fundo en tu abrazo largo rato diciendote lo mucho que te he extrañado.
Solo encuentro comprensión. Me siento a tu lado y me enseñas tantas cosas nuevas.
Y son todas esas lecciones las que siempre, siempre me hacen regresar, y me ayudan a encontrar el camino de regreso.

Esta vez llegué muy lejos. Mis genes aventureros me llevaron a explorar terrenos muy peligrosos. Tan brillantes, tan irresistibles y a la vez, extrañamente comodos. Tanto que me provocan una somnolencia incontrolable.

Me quedé dormida. De vez en cuando te veia en mis sueños. Pero me habia alejado muchisimo. ¿Como regresar esta vez? No podía. Pero tú llegaste hasta mi.

Y ahora... tu voz suave me hizo reaccionar.
Era un sueño asfixiante. Estaba muriendo.

Tu voz me hizo respirar al despertarme, y con la primera bocanada de oxigeno que entro en mi corazón pude gritar una suplica desesperada:

-NO ME DEJES IR!!!!

Aun hay algo mas que quiero decirte, por favor, escuchame:

- Fui una esclava sucia y andrajosa. El olor del oxido de esas cadenas aun provoca nauseas a mi alma. Tu me compraste. Pagaste por mi un alto precio. Y me hiciste libre.
He usado la libertad como he querido, y he descubierto... que la libertad no vale nada sin ti.

"Señor a quien iré si solo tú tienes palabras de vida eterna"
"Si decidiera negar mi fe y no confiar nunca mas en ti... no tengo a donde ir..."

Todos mis caminos me alejan de ti. Y llenan mi corazón de un brillo que no dura, dejandome luego perdida en una oscuridad muy grande y con la soledad rodeandome.

Siempre regreso a ti y me voy de nuevo. Pero ya no quiero hacerlo mas.

Ahora vengo delante de ti, a decirte, que con esa libertad que me diste quiero elegir mi camino.
Y tú eres ese camino por el que deseo andar.

Tomo la libertad que me diste y la pongo a tus pies como un regalo, por que quiero ser tu esclava.

Ir a donde tu vayas, hacer lo que tu me mandes, vivir en tu casa cada día de mi vida, por que no podría nunca encontrar un lugar mejor.
Solo ver tu sonrisa cada día, solo sentir tu suave caricia cada mañana al despertar, solo perderme en tu mirada cada vez que me sienta debil será la mejor paga que pueda tener.

Quiero ser tu esclava por amor.
No me dejes ir!!

*Liberación de los esclavos (Deuteronomio,15:12-18) La esclavitud era parte de la vida de la época. Moisés en su legislación suavizó los rigores de esta práctica (esclavismo). El año sabático que se aplicaba al punto anterior, no era al parecer el que se aplicaba acá, sino luego de iniciar el servicio al séptimo quedaría en libertad el esclavo (vs. 12). No debía despedirse con las manos vacías, sino proveerle de ovejas, del lagar y de la era (vs. 14). El esclavo por su parte, podía voluntariamente dedicarse a una vida entera de servicio a su amo. Esta entrega se verificaba agujereando la oreja del esclavo con una lesna (Éxodo 21:5-6). A éstos se les conocía como “esclavos por amor”. A esto, parece, que Pablo hacía referencia en Gálatas 6:17: “Porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús. Este “esclavo por amor” se hace por tres razones:

1. Él lo determina voluntariamente con la expresión: “No te dejaré”.
2. Su motivo: “Te ama a ti y a tu casa”.
3. Su corazón: Porque le va bien contigo (vs. 16).