Enamorada del Viento

Un pueblo tranquilo, una hermosa casa con sus corredores, jardines y enormes cuartos.
La multitud de empleadas y empleados se ocupaban de que todo estuviera siempre perfecto.
A la hora de comida siempre una de esas personas esperaba atenta el sonido de la campanita del patron para atender prontamente cualquier cosa que se le pidiera.
El siguiente plato, el salero, mas pan... cualquier cosa.

Las señoritas de la casa las hijas del patron, cuando no estaban en el internado estaban en casa sentadas frente a su balcón, bordando mientras veian ocacionalmente la calle a travez de la reja.

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Un pueblo caluroso, rodeado de palmeras. Una casa elegante. Una dueña de casa estricta y exigente presionando al maximo y con rudeza a "la señorita de la casa" su hija adoptiva, para que todo estuviera al nivel de sus deseos.

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Yolandita, la señorita de la primera casa, rodeada de todo lo que deseaba, comodidad, atencion, tranquilidad... era una de varias hermanas y una de las consentidas de su papá que las trataba como princesas.

Amanda, la señorita de la segunda casa, mal tratada cruelmente por su madre adoptiva, no conocia la ternura ni la comprención.
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Las dos crecieron, las dos se casaron y aunque sus vidas siguieron siendo distintas, habian cosas que se asemejaban.

Esposos alcoholicos que hicieron la vida dificil para ellas.
A yolandita, a pesar de todo, no le iba tan mal. Su esposo la amaba profundamente a pesar de su vicio y la trataba con cariño y respeto y a ella eso le bastaba para ser feliz.

Pero a amanda no le pasaba lo mismo. Su esposo solo llegaba a maltratarla, a golpearla...tanto que un día tuvo que sacar fuerzas y defenderse para sobrevivir.

Yolandita estuvo cada dia de su vida rodeada de cuidados y eso la volvió un poco dependiente y temerosa.
Amanda estuvo mucho tiempo rodeada de mal trato y golpes... y eso la volvió fuerte.

Yolandita vivió una duradera vida matrimonial, bodas de plata, nietos, bisnietos bodas de oro, y permaneció al lado de su esposo hasta el ultimo dia de la vida de él. Vivió sintiendose amada y apreciada.

Amanda se divorció aquel fatidico día en que la golpiza fue tan cruel que la hizo reaccionar y sacar su instinto de fiera y la correspondió al grado de ir los dos a parar frente al juez.
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Yolandita, la niña buena, la señorita obediente, la esposa comprensiva y hogareña, la madre dedicada....

Amanda, la niña maltratada, la señorita solitaria deseando ser amada, la esposa desesperada y temerosa, la madre tachada a veces de insensible...

Sus hijos crecieron y dos de ellos atrajeron los caminos de ambas.
Lizeth la hija de Yolanda y Fernando el hijo de amanda se enamoraron y decidieron compartir la vida.

Por eso estoy aca.

Mis abuelas son lo maximo!!

Mi abuelita Yoli es la clasica abuelita de cuentos. Tan dulce, tan acogedora, tan consentidora...
Vivimos en el mismo pueblo y nos miramos con muchisima frecuencia. Me gusta llegar y que me concienta.
Ma gusta estar con ella y su hermana, mi tia abuela "tita", me gusta acostarme en su cama en medio de las dos y que me interroguen. A ellas les encanta oir mis historias y a mi las de ellas. Aunque somos muuuy diferentes.
Ellas son chiquitas, delgaditas y fragiles. Y de caracter son tan... diferentes a lo que yo soy. Muy chapadas a la antigua creo yo.




Mi abuelita Amanda... ahhh, es una abuela diferente. Es tan alocada como yo. Se rie a carcajadas y cuenta unos chistes a veces subidos de tono. Tiene novio y parece quinceañera enamorada al hablar de él. Es fuerte y no es de las que se acobardan facilmente.
Es gritona, escandalosa y no tiene tanto complejo ni le importan mucho las normas de la sociedad ni las etiquetas que le puedan poner.
Casi nunca la veo por que vive en otro pueblo, pero cuando estoy con ella me siento como cuando el patito feo se encontro con los cisnes... cuando estoy con ella siento que no soy un bicho raro como a veces me siento aca, con ella se por que soy asi, y suspiro aliviada de poder ser como soy sin que nadie me mire raro.

Pero no importa lo diferentes o parecidas que seamos. A las dos las amo y soy muy feliz de tenerlas en mi vida.

Y... pensando como me gustaria ser a mi cuando sea abuelita... pues me inspire mucho al ver una foto. Me encantaria un dia estar como la de la moto. Ji ji ji, seguro lo logro!!