Enamorada del Viento

Ella tenía 10 años cuando mi presencia en este mundo la convirtió en tía.
Marleny, la hermana mas pequeña de mi ma.

Despues de mí, agrandaron su nuevo titulo una larga fila de chiquillos hijos de sus hermanos mayores.

Yo crecía y por supuesto tambien ella. Dejó de ser una niña y se convirtió en una adolecente.

Mi prima Sofía y yo eramos las unicas dos niñas de todos nuestros primos y hermanos. A diferencia de esta época en la que mi familia es una completa avalancha de mujeres y que no nace un hombre ni de casualidad ni para remedio, en aquellos años solo nacian hombres, y la Sofi y yo eramos las reinas y consentidas de medio mundo.

Mi tía Marleny era una especie de artista de cine para nosotras. La veiamos con admiración, mas que eso, con veneración.
Creo que en el fondo ella lo sabía y le gustaba y aveces hasta sacaba ventaja de eso y se aprovechaba de su par de incondicionales admiradoras y subditas que estaban dispuestas a hacer todo lo que ella pidiera.

Al verla, sofía de 3 años y yo de 5 soñabamos con tener 15 años como ella.
Soñabamos con esa vida maravillosa que ella tenía.

Nos imaginabamos en el jardin de la casa platicando con un novio, o saliendo a patinar por la carretera con nuestro grupo de amigas, soñabamos salir por las tardes a comer helados al parque donde estaría reunida toda la patojada del pueblo, alli en el kiosko o en los helados "Topsy", o encerrarnos en nuestro cuarto a ver videos de "Los Chicos ", "Menudo", "Timbiriche" y "Los Chamos" con las patojas que habian sido nuestras amigas de toda la vida, desde kinder talves, mientras nos hacíamos mil peinados o gritabamos como locas simulando desmayos al ver a nuestros artistas preferidos, justo como lo hacía mi tía Marleny y sus amigas.

Ella tenía todo cuanto nosotras podiamos soñar.
Practicamente era como hija unica y mucho mas que eso, pues sus hermanos mayores, ya todos casados y con trabajo a veces aun la consentían, aparte de que la consentían sus padres (mis abuelitos, claro) Y el resto de mis tias abuelas, y hasta mi bisabuela.

Si la moda eran los patines, ella tenía patines, si eran los zapatos tutty frutty, esos que traian 3 de diferente color para andar con un color en un pie y otro color en el otro pie... pues, ¡¡faltaba mas!! ella debía tener los coloricos esos.

Si el pelo se usaba colocho(con rizos) y ella lo tenía super liso, pues había que hacerle el permanente para que se acolochara, si ahora ya no eran patines y ella quería una de esa bicis con respaldo alto y montones de flecos en el manubrio pues a comprarle la bici se ha dicho.

No había cosa que mi tía Marleny no tuviera, de todas las rarezas que los años 80 trajeron a mi pais.

Mi prima y yo suspirabamos contando los meses y los años hasta poder ser adolecentes y ver cumplidos todos nuestros deseos.

Cuando fue mas grande reunía a las mujeres de la familia que viviamos alli cerca y que eramos pocas en ese tiempo como lo mencioné antes, y nos contaba sus aventuras y romances. Todas reiamos y nos encantaba con su platica.
Si le llegaba carta de uno de sus multiples pretendientes, de los cuales algunos vivian en otros departamentos, pues era un acontecimiento que ninguna nos perdiamos y era de inmediato rodeada por mi abue y la tita (mi tia abuela), mi ma y mi tia Silvia (sus hermanas mayores) y por supuesto sus fieles admiradoras, Sofia y yo, para enterarnos del contenido de la carta.

Llegó el momento en el que Sofía y yo crecimos, esperando abrir la puerta al mundo de las maravillas, pero... ¡Sorpresa Sorpresa!
El mundo había cambiado y se burlaba de nosotras en plena cara.
Al abrir la puerta a la adolescencia nos encontramos con que la carretera donde mi tia patinaba tranquilamente ahora era una marea de autos. Las calles eran inseguras al igual que nuestras madres y teniamos prohibido salir con nuestras amigas. Aparte que para salir a refaccionar (merendar, comer algo con las amigas) teniamos que ver de donde sacabamos pisto(dinero), y resultabamos entre otras cosas vendiendole al vidriero de la esquina una montaña de periodicos.

Hasta para que nos compraran un par de tenis Reebok teniamos que esperar un cumpleaños, si bien nos iba, a mi me regalaron el primer par el dia de mis 15 años.

Que esperanzas tener todas las modas si para andar en la bici teniamos que compartir una entre dos. Y usabamos los patines viejos de la Marleny, por que si ya habian unos, pues que nos rompieramos la cara con esos por que nadie pagaria por vernos con los huesos rotos.

¿Novios? Impensable!!!
Sí, nos permitían hablar por telefono con algunos admiradores, pero cuidadito con algo mas serio.

Si queriamos usar ropa linda para alguna ocacion especial debiamos ir con nuestra ya casada y aun linda tia a que nos prestara algo de su coleccion de modas.

Eso mientras tuvimos la misma talla, por que cuando mis genes Minera empezaron a tomar el control y me volví la mas grandototota y fuertototota de todas las mujeres de mi familia materna pues no entraba en uno de sus vestidos ni aunque me untara mantequilla en el cuerpo. Ya hasta me veía como las hermanastras de cenicienta atorandome los zapatos que no me cabían ni a la purisisima fuerza.

En fin. Ahora las dos somos madres, ella de 2 adolescentes y una casi adolescente y yo de 3 niñas, pero aun nos seguimos queriendo mucho, aunque ahora su vida está demasiado ocupada, es increible ver que esa "señora de las 4 decadas" (recuerden que es 10 años mayor) aun es la envidia de muchas mujeres porque sigue siendo muy, pero muy bonita, y creo que si yo a su edad puedo verme tan maravillosamente bien me dare por satisfecha.

(Solo espero no encontrarme con otra ¡Sorpresa, sopresa! del destino)