jueves, 18 de octubre de 2007
Mi bisabuelo Enrique (papá de mi abuelita Yoli) Tenía fama de enamorado y de suertudo con las mujeres.
Creo que la fama se la tenía bien ganada por que tenía montononones de hijos.
Y si debio ser re mujeriego que le aparecian los hijos hasta de sorpresa. Un día, cuando ya estaba muy enfermo, le llegaron a decir que lo buscaba una mujer diciendo que era su hija.
El mandó a preguntarle a la mujer cual era el nombre de su mamá. Así lo hicieron y al darle la respuesta el se quedó pensando un momento y dijo:
-Si, si es mi hija, haganla pasar...
¡Valgame Dios! Pensé yo, cuando supe eso. Vaya abuelito el que tuve, tan "de buena memoria"
Pero bueno. Resulta que a causa de su fama, un hombre no tan afortunado en la conquista llegó con él a decirle:
- Don Enrique, como es que le hace para tener tanta suerte con las mujeres
-mmm, tengo mi secreto vos.
-Hay digamelo, no sea malo.
-Mira, solo con los polvitos para enamorar, se los toma uno y ya.
-y esos donde se consiguen
-ahh, esos si yo los preparo, con una formula secreta
-Hay Don Enrique, prepareme a mi un poco, yo le pago lo que me pida.
-Mirá pues, esos no se venden, pero solo por que vos me caes bien te voy a preparar un tu poco.
-De verdad don Enrique?, Hay que Dios se lo pague!! y cuando vengo a traerlos?
-Vení mañana temprano, ya te los voy a tener listos.
Entonces mi abuelito Enrique se fue a conseguir un frasquito, y un cuchillo, y con el cuchillo fue a raspar un poco de repello de una pared y lo echó en el frasquito y eso le dió al pobre hombre que se fue re agradecido con sus polvitos para enamorar.
No se si el placebo resultó o no, pero ya me imagino al credulo señor tragandose el repello de la pared y a mi ingrato bisabuelo matandose de la risa....
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abrazos !!!