jueves, 24 de enero de 2008


Un día estaba la directora de la escuela escribiendo un acta, y al ver el libro, algunos recuerdos llegaron a mi mente.

Una vez apareció mi pa con un enooorme libro de actas. Era de color negro si mal no recuerdo.
Nos dijo que quería que fuera un diario familiar, o mas bien, para toda la familia, y que podíamos escribir en él las cosas que deseáramos, sobre lo que nos había ocurrido en el día o algo así, ya saben, lo que se escribe en los diarios.

A mi me emocionó muchisimo la idea. Asi que puse manos a la obra y empecé a escribir lo que me agradó de aquel día y fue justamente que acababan de regalarme unos " yacs" como les decimos aca ( o matatena como les dice Victor). Yo era una niña como de 9 años y eso me parecía algo digno de escribir en un diario.

Mi papá se impacientaba al tratar de convencerme de que eso no era importante, que debía pensar en algo mejor, y yo necia en que eso era importante para mi y que por lo tanto eso sería lo que escribía.

Discutimos un rato sobre el asunto (mi papá puro niñote), hasta mi ma andaba ya tratando de calmar los ánimos, pero al final, los dos nos encaprichamos, y como eramos iguales de tercos, mandé a la fregada el tal diario y le dije que ya nunca volvería a escribir ni una sola letra en su librito ese.

Mi papá tomó la misma determinación y los dos nos fuimos muy enojados y cumplimos nuestra palabra, ya que nunca escribimos alli, bueno, al menos yo, no se si mi pa lo haya hecho al fin, por que yo ni siquiera volví a tocar el libro negro.

Mi ma fue la aprovechada, ya que agarró el diario familiar para su diario personal, y allí sigue. Lo conserva en su ropero con una cadena y un candado, como si fuera un prisionero abandonado en un oscuro calabozo, que solo sale a tomar el aire cuando su carcelera tiene ganas de hacer un viajecito al pasado o agregar recuerdos a su colección.

Cuando el tiempo pasó me di cuenta de que lo que mi pa quería era que yo escribiera cosas como quien me gustaba, o las cosas que pensaba de la vida, o lo que platicaba con mis amigas... si, lo que quería era andar husmeando mi
privacidad, pero... frustre sus planes, por que como se le ocurría que yo iba a sacar mis secretos a la luz publica, y mas aun, a la luz Minera, a los curiosos y astutos ojos de Fernando Minera y a los burlones comentarios de mis dos hermanos. Ja! Soy loca pero no tan bruta.

Aunque al final de cuentas logró su cometido, por que el diario privado que yo escribí por mi cuenta desapareció misteriosamente de su escondite, pero como nadie sabía que yo tenía diario, no hice ninguna investigación ni pregunté nada, pero algo dentro de mi sabía quien era el responsable, y lo confirme un dia al notar que desde donde mi pa miraba tele, se notaba muy bien mi escondite, que aunque pasaba desapercibido para todos, nada escapaba a los ojos verdes de ese señor y al notarlo, justo cuando veia mi escondite, sentí su mirada fija sobre mi, y en una silenciosa complicidad, nos hicimos los dos los desentendidos.

1 Comment:

  1. kurtosis said...
    El Diario es algo más personal, más intimo y ahí radica su fuerza.

    Atte.
    Kurtosis.

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