Enamorada del Viento

Cuando era adolescente tenía mi propia versión del chat.
El Internet era algo que yo ni siquiera imaginaba que existía y mucho menos que algun día iba a usar.
Pero el conversar con desconocidos, siempre ha tenido cierto encanto para mi.
Asi que agarraba el directorio telefonico y buscaba un numero al azahar y llamaba.

Si me contestaba algun adulto preguntaba por el chico que vivia en esa casa, argumentando que me lo habia presentado una amiga pero que no recordaba el nombre, solo tenia su numero alli anotado. Antes creo que la gente confiaba mas en el projimo, por que si habia un chico en la casa en cuestion, me lo comunicaban de inmediato y si no pues solo decian que seguro me habia equivocado de numero. Tuve varios amigos asi, hasta una viejita medio loca que tenia una perra llamada canuta.

Una noche, recuerdo que era martes por que mis abuelitos tenian siempre una reunion de la iglesia en su casa los martes y como en su casa estaba el tel, pues yo aprovechaba que ellos estaban ocupados para hacer de las mias, y bueno, pues ese martes, como era mi costumbre lleve a cabo mi busqueda de amigos desconocidos.
Marque un numero de Reu y una preciosa voz me respondio. Se podia notar que era de un muchacho joven y la verdad es que me acelero el pulso en cuanto la escuche.

Me presente y platicamos largo rato. Era un joven muy amable, un par de años mayor que yo.
Su nombre era Heber Mayorga
A partir de esa noche hablabamos dos veces por semana.
Yo lo llamaba los martes y él me llamaba los jueves.
Yo esperaba ansiosa esos dias.

Pasaron los meses y me enamoré de él.
Creo que a él le pasó lo mismo, me trataba como su novia telefonica, le gustaba tocar la guitarra y cantar y a veces me cantaba algo.
Era muy dulce!!

Un día me preguntó si cuando llegara a Reu podiamos conocernos y yo le dije que por supuesto, luego me pidió que fuera su novia pero le dije que me parecia bien solo que sería hasta que nos vieramos personalmente.

Mi ma creo que ya estaba acostumbrada a mis locuras, asi que ya nada le sorprendía.

Las cosas no salieron como yo las había planeado.
Unos dias antes de que yo fuera a Reu, Heber y yo nos habiamos enojado un poco por algo, y el dia que yo me fui aun estabamos un poco con el berrinche.

Le pedí a mi prima Sofía que lo llamara y que le dijera que yo iba en camino para Reu y que le diera el numero de la casa de mi tia para que me hablara en la noche.
Pero para variar mi prima lo hizo todo al revez de como yo se lo dijo y lo llamo y le dijo que yo estaria en reu ese día y que me llamara a la casa de mi tia.
El llamó en cuanto lo supo pero yo por supuesto no había llegado y para colmo, la señora que trabajaba en la casa de mi tia no me conocía y cuando Heber preguntó por mi, fue ella quien respondio y le dijo que yo no vivia alli ni sabia quien era yo.

En la noche cuando llegue y la señora supo mi nombre me dijo que alguien me habia llamado pero que ella no sabia, asi que lo llamé pero el estaba muy enojado. Me dijo que yo solo me burlaba de él y que realmente ya no creia que yo estuviera alli ni nada.

Le pedí que llegara a verme esa noche pero no quiso, me dijo que llegaría al dia siguiente.

Todo estaba en mi contra por que los dos dias que siguieron llovió a torrentes toda la tarde y la noche, asi que no pudimos conocernos.

Seguimos hablando un tiempo mas pero luego las cosas se fueron enfriando y yo le dije que aquello ya no tenía caso.

La ultima noche que hablamos había ya pasado bastante tiempo desde nuestra conversación anterior y él acompañado de su guitarra me cantó "como te va mi amor" y aunque me pareció muy lindo, ya mi corazón no reaccionó igual.

Pasaron un par de meses sin hablarnos. De pronto lo extrañé y lo llamé de nuevo, pero él ya no estaba.
Nadie respondía, aquello no era una casa, supuestamente era el lugar donde él trabajaba, pero misteriosamente todo quedo como inexistente.

Aquel numero no respondio mas, y nunca volví a saber nada de Heber.

Pero como hay fotos que no se toman con una camara y gracias a Dios, tambien sonidos que no se graban con un aparatejo tecnologico, pues guardo un lindo recuerdo de aquel encantador desconocido que dos veces por semana me hacía suspirar con su maravillosa voz y sus lindas palabras.