sábado, 14 de junio de 2008

Las quiero mucho... pero se acabó.



Los vaivenes emocionales no son ya tan frecuentes como el año pasado, pero ocacionalmente aun me mecen en su columpio mareador.

Ayer estaba en un colapso nervioso y melancolico pero hoy estoy muy bien, muy, muy bien.
Creo que con el nuevo día se aclaran las ideas y de pronto todo deja de verse tan terrible.

Mi matriarcado me presiona a ser alguien que yo no soy. Creo que por fin decidieron apartarse un poco y dejarme, como debe ser.

Antes el lazo que me unia a ellas era casi de acero irrompible, pero despues de tantas cosas que han pasado, aunque aun las quiero muchísimo a todas, ya algo se rompió en mi inetrior. Algo que nunca volverá a estar unido a ellas.

Como consecuencia de alejarme emocionalmente de mi familia, a veces me siento sola, pero la verdad, me siento mas feliz que nunca. Son buenas y lindas, pero hostigantes a morir, y creoq ue todas encajan bien en ese patrón, por que desde mi hostigante bisabuela, asi han sido todas y por lo que parece a todas les encanta, ya que cuando les falta eso, sienten que algo no está bien.

Para mi bien o para mi mal, yo no soy así. El patito feo, la oveja negra, la rebelde, la indomable, que se yo, me catalogan conciente o inconcientemente de muchas formas, pero en realidad ya no me interesa.

Creen que el ser diferente a ellas me aleja de Dios. Es un gran error.
El día que El se presentó a mi vida, la cambió para siempre y mi desición por Él fue radical y no me retracto.
No soy la perdida que todos creen. Soy una persona diferente a ellos. En mi sangre predominaron los otros genes, a pesar de que tengo algunas cosas de mi matriarcado, mi espiritu indomable no pertenece a ellas.

Ellas se resignan a sus prisiones, a las cosas que no les gustan, a la vida gris y vacía pero cómoda.

Yo anhelo volar, volar tras mis sueños de un universo distinto, y auque el camino no sea facil, aunque hayan heridas, dolor y soledad algunas veces, no me arrepiento de las deciciones que he tomado, aunque todos dijeron que lo haría. Lo dijeron a cada paso de mi vida, No NO NO NO NO, fue todo lo que siempre oí ante mis ocurrencias. Muchas veces me resigné a creer que tenían razón, y a quedarme con el deseo de descubrir por mi misma la verdad. Otras veces, completamente aterrada, por que sus palabras hacían mella en mi corazón y una parte de estaba segura de que lo peor podría suceder, pero lo intenté.
Algunas de esas veces me equivoqué, pero aun así, no me arrepiento de haber decidido descubrir por mi misma lo que pasaría, arriesgandome a todo.

De un tiempo acá, siento que todo cambió. Me ven y me regañan, me dan sermones, mil consejos que no pido y que ademas me se de memoria, mil consejos recibidos de generacion en generacion, pero como una mi prima (la otra rebelde y polémica) dijo: Si han probado por años la misma mierda y se han dado cuenta de quer no sirve, por que quieren seguir imponiendola y defendiendola a cualquier precio.
Otros me ven con algo extraño en la mirada, como alguien raro con un mal incurable de rebeldia y locura del que temen ser contagiados.
Ninguna de ellas ha tenido el valor para cambiar. Veo miradas tristes, vidas nubladas, desepcionadas, y en eso me quieren seguir metiendo.

Mi mamá dice que si soy tan feliz que lo demuestre.
La felicidad no es un estado permanente, pero se que no es tampoco como ellas la imaginan.

Puedo estar equivocada en todo, pero ahora ya no tengo miedo a equivocarme.

Mis errores (segun ellas) y mis desiciones en contra de todas las imposiciones me han dado momentos inimaginables, momentos dulces que han diluido los años amargos y de los que me hubiera perdido si una vez mas hubiera obedecido todas sus advertencias.

Algo se rompió de mi hacia ellas... algo irreparable, sus cadenas de "amor" me hicieron mucho daño y ese dolor que me ocacionaron, me dió fuerza para romperlas y ya no quiero que me vuelvan a atar jamas.

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