domingo, 21 de marzo de 2010

Llego la hora de volar.


A pesar de que las decisiones ya estaban tomadas, algo dentro de mi aun deseaba con todas las fuerzas que algo alterara el curso de las cosas y giraran a favor nuestro.
Pero cada día me doy mas cuenta de que no será así.
Mi amor no supero el peso de sus sueños y ambiciones. No pude competir con eso, y ahora he pasado a un papel secundario que no estoy dispuesta a aceptar.
Así que creo que definitivamente llego el momento de despertar de este sueño maravilloso y atesorar su recuerdo en mi corazón, como algo lindo, dulce y especial que me sucedió. Voy a guardar esos besos que no pasaron de largo por mis labios.
Pero es hora de seguir con mi vida. Quizá nunca se vuelvan a encender esas chispas que llenaron el aire desde el primer instante que lo vi a él, quizá llegó la hora de otro amor ,menos intenso tal vez, pero mas concreto y solido.
O quizá me equivoque y mi alma apasionada pueda volver a arder cuando menos lo imagine.
Lo único que se es que el vivir en la espera de alguien es fatídico para mi corazón. Lo fue esperando a Max, años y años de tortura emocional entre la gran interrogante: ¿volverá algún día? ;
Años mas esperando por un esposo ausente preguntándome día tras día: ¿me amará?
Y luego la siguiente espera, por el hombre que hizo que sintiera cosas que jamas imagine que se podía sentir, preguntándome siempre ¿cuándo?.
Pero el "cuándo" se fue alejando mas y mas cada vez, y yo ya no quiero estar sola sin estarlo, si voy a estar sola, sera sola de verdad, con todo lo que implica.
Si tengo que aceptar el vacío del corazón, las noches desiertas, los días sin un te amo, junto con eso, también aceptare la libertad.
La libertad de salir con alguien cuando se me presente la oportunidad. La libertad de probar nuevos besos si el momento se presta para eso, la libertad de tomar otras manos entre las mías cuando eso tenga que suceder, con chispas o sin chispas.

Creo que es lo justo. Ya no quiero esperar cosas inciertas, por que quizá mientras me siento a esperar entre suspiros, las oportunidades de encontrar lo que siempre he deseado pasen frente a mi y yo las dejo marchar como si nada.
Creo que aun tengo lo necesario para atraer a un hombre que esté dispuesto a amarme, y a no dejarme ir.
Así que... ¡Estoy de vuelta!
Señor amado, tu eres mi padre, mi Jhire, y confío que estas conmigo en esto.
Ayudame a encontrar un hombre que me ame y a quien yo pueda amar con todo mi corazón.

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