sábado, 6 de diciembre de 2008
Se que el conservar dos pedazos de muñeca vieja no tiene sentido ni utilidad, pero, es que cuando yo la veo, no veo simplemente esa muñequita vieja y rota.
Las vacaciones de mi pá al fin habían empezado.
Nuestro primer paseo sería a Guacalate, un lugar que esta en Escuintla, al lado del río Guacalate, y del cual mis hermanos y yo nos enamoramos cuando eramos niños.
Alli habian muchisimas cosas que hacer. Cancha de futbol, de basquet, mucho campo, columpios y demas juegos para niños, piscinas, que nos fascinaban y canchas de tenis, donde nos divertimos un montón buscando entre el monte de los alrededores las pelotas que los que jugaban tenis perdian y dejaban alli. Encontramos muchas, era re alegre la buscadera.
Allí habían varias casitas equipadas. Y como alguna vez mencioné nuestra favorita era la casa 8, ah no, creo que no lo mencioné aca, pero otro día escribo la historia de la casa 8.
En esa ocación, teniamos que ir a traer el pase para quedarnos en Guacalate y que nos dieran una casa, a Guate, antes de irnos para escuintla.
Recuerdo que el amigote favorito de mi pa y su esposa se fueron con nosotros, haciendos el viaje no tan placentero ya que no nos agradaban en lo mas minimo ni a mis hermanos ni a mi. Por suerte ellos se quedarian en Guate y nosotros seguiriamos nuestro camino.
Antes de ir por el pase, al INDE, que era donde trabajaba mi papá, pasamos a una Depensa Familiar pues la esposa del amigote queria comprar algunas cosas.
Mi papa nos compró una enorme bolsa de coloridos arrocitos dulces que mis hermanos y yo le pedimos y luego, yo me puse a recorrer el lugar y vi unas muñequitas que me encantaron.
Corrí donde estaba mi pa y le pedí una.
Yo no era muy aficionada a las muñecas, asi que supongo que les agradó la idea de comprarmela, la cosa es que asi de fácil me dijo que si, que eligiera la que me gustaba.
Habían amarillas rosadas y celestes, y mi pa hubiera apostado a que elegiria una rosita, y no se hubiera equivocado a no ser por que las tales muñequitas venian acompañadas de su propio juguetito, y el conejo que traian las rosadas no pudo superar al hipopotamo de las celestes, asi que elegí una celeste, aunque el azul en todas sus tonalidades nunca ha sido uno de mis colores favoritos.
La muñeca tenía una ropa que a mi me parecio que se podia usar perfectamente como bolsita, asi que registre la cartera de mi mama donde siempre habian muchas cosas y encontre un gancho grande, y con ese gancho me prendí la muñeca en el pantalón, como si fuera una bolsa de cintura y guarde en ella mi dinero.
Todas las niñas me veian por que nadie tenia una bolsa de muñeca en aquel tiempo, y yo me sentia super feliz de ser "rara", me encantaba usar cosas que nadie mas tenia y a lo mejor, que nadie mas estaria dispuesto a usar nunca (y todavia me encanta hacerlo, por eso a veces me dicen ridicula, pero solo soy extravagante)
Luego fuimos por el pase y le pedí a mi papá que me dejara guardarlo en la bolsita. Despues de prometerle que lo cuidaría muy bien, me lo dio.
Llegamos a Guacalate y vivimos unos dias maravillsos.
Esa fue la ultima vez que fui alli. vaya! Acabo de recordar ese detalle, que hacía que esa muñequita fuera para mi mas que un recuerdo lindo.
Si, ahora lo recuerdo claramente, guarde esa muñeca celeste, mas que por que me recordaba de un paseo a guacalate, por que me acompaño en mi ultima estancia en Guacalate, con mi querido pa, mi mama y mis hermanos.
los cinco, juntos siempre.
Y cuando la miro, en esos trapitos viejos y desgastados puedo sentir el olor a costa y me parece ir avanzando por el desvío de tierra donde me emocionaba leer "Guacalate 1Km."
y luego ver elevarse el enorme tubo de la entrada para dejarnos pasar y recibir las llaves de la casa en la que estariamos, y entrar y sentir el olor de esas casas que tengo tan grabado en mi mente, y el frio del aire acondicionado que nunca me ha gustado por que no se siente tan rico como el aire natural, y la emocion de elegir un cuarto, dejar la maleta, ponernos a prisa la calzoneta y correr a la piscina sin esperar nada mas.
Hasta me parece oir la voz de mi papá repitiendonos hasta el cansancio "cierren esa puerta por la gran pu..$%&, por que se esta saliendo todo el frio del aire acondicionado" jajaja, y la cerrabamos en ese momento para luego salir corriendo otra vez y volver a dejarla abierta.
Bueno, esa es la historia de la muñequita celeste.
Clasificada en la lista de caja de secretos, Cosillas, El mejor hombre de mi vida, Fotos que no se toman con una camara, Suspiros de mi corazón
Un saludo amiga!
¿Que? yo tambien tengo mi version de "cajita de recuerdos"